Del otro lado del tiempo, 2015
Del otro lado del tiempo.
Estoy a tres Épsilons de Jundex, y me pregunto:
¿Estará aún en pie la imponente y lujosa fachada blanca?
La que se enfrentaba cual espejo de narciso a la pared
del edificio, replicando sus arcadas.
No recuerdo bien de qué lado del tiempo quedaron las ventanas.
¿Crecerán ya los helechos en el muro de ladrillos respirantes?
¿La escalera en ruinas habrá sido devorada por las ramas de la Isla?
Quizás los escombros de las olvidadas planicies de la ribera del Río Marrón
terminaron de amalgamarse con los ñapindás,
y los colibríes floten aireándose entre los néctares de ceibo.
Es posible que las ranas hayan anidado en los pantanos aledaños,
y los plumeros blancos se hamaquen
cubriendo los restos de metal oxidado, dejando asomar alguna lanza Querandí.
Después del Gran Tronido los tiempos de la Historia se confundieron para mí,
he perdido la medida.
Rita Simoni, Enero de 2015