Me interesan los lugares deshabitados, donde lo humano se expresa por omisión.
El tiempo habita en esos sitios, condensado en fragmentos que se superponen generando capas de significado. Desde la ruina a la naturaleza que la invade, intervengo espacios y objetos residuales a través de diferentes recursos. El color, la fotografía, el diseño y el dibujo, el objeto escultórico o el sitio específico me permiten sintetizar, entre analogías y opuestos, la posibilidad de lo resiliente como alquimia de la potencia vital. 

Construcción, deconstrucción, demolición reconstrucción, son ejes a través de los cuales circula la obra que realizo. Lo insignificante, los restos marginales de lo que genera el sistema humano como “central” o “importante”, son resignificados en la creación de nuevos artificios que multiplican su sentido inicial, señalando la perplejidad ante lo que producimos como especie. Cada apropiación surge al detectar en los recorridos que realizo diariamente, el llamado de aquello que persiste en su inmanencia, que late. A partir de aquello que incauto, sea a través de tomarlo o de fotografiarlo, genero diálogos que ponen en escena aquellos elementos con otros que ellos mismos me inspiran. Planas o expandidas en el espacio, las obras serán instalaciones. La escala y el formato dependerán del sitio donde se ubiquen las obras, y de mi voluntad de darle identidad a cada serie.