Hay todo un mundo alrededor de los objetos perdidos. Nuestra sociedad produce deshechos de manera exponencial. Las grandes urbes los multiplican: reaparecen luego en las oscuridades subterráneas de cloacas y alcantarillas, o tirados en las veredas entre baldosas rotas y yuyos que se empecinan en quebrar el cemento. Algunos de ellos fueron abandonados a su suerte, tirados con franco despojamiento de quien los portara, instantes atrás, como algo propio. Quizás son envoltorios que sin su contenido pierden sentido, o rastros de cosas de las cuales queda una hilacha. Marcas que persisten en no abandonar del todo el sentido humano que les dio entidad.
Capturarlas fotográficamente indica, a la vez, un recorrido posible, un registro de los pasos y sus detenciones. Un devenir de la mirada en conexión con el mundo y sus aspectos marginales, aquellos que dan cuenta de nuestras acciones. Colecciones pescadas cual arqueologías del presente, que ya va siendo pasado inmediato.
Rita Simoni 2016