Instalación de Sitio específico en la sala vertical del Centro Cultural San Martín, de abril a junio de 2019.
La Sala Vertical, con sus recintos angostos y la escalera dominante, es un espacio que se recorre subiendo y bajando los niveles. Esta característica de verticalidad me remitió a los tubos articulados de bajada de escombros que se encuentran en los edificios en construcción, los cuales van atravesando los niveles, desde el más alto. El estado de provisoriedad de las obras permite ver las losas, y los espacios vacíos de las plantas superpuestas, así como también vislumbrar el paso del tiempo, por la duración de la construcción.
El proyecto de Sitio Específico presentado para la Sala Vertical del CCGSM, consiste en una síntesis poética del tubo de bajada de escombros, que busca ampliar la percepción de tiempo y espacio, transformando la instalación en preguntas. Un paño de tela de frizelina translúcida abarca desde la Planta baja de doble altura hasta el segundo nivel, pasando por el primero. Escombros colgados con tanza, detrás de la tela y en cada nivel, proyectan sus sombras sobre la misma, sombras provocadas por cintas de iluminación fija y oscilante LED en el interior de cada tramo. El movimiento de la luz ofrece la ilusión de que los escombros bajan o suben. Acompaña el sonido en off de la caída de escombros. Cada una de las tres instancias tiene su particular ambientación. La planta de acceso sugiere el tiempo pasado, con luz amarillo ámbar, y una pila de escombros hacia la cual “caen” los que están colgados. En el primer nivel, el presente, la luz es roja. Continúa el futuro en el segundo nivel, con una luminiscencia azulada y unos escombros que asoman por encima de la tela. En el último nivel, una pila de cascotes concluye el ciclo del mismo modo como empieza. El espacio se recorre en vertical para apreciar la instalación completa.
Entramos por el pasado. Pero la posibilidad de ascender al presente y al futuro, nos coloca entre la ambigüedad y la contradicción…Los escombros “bajan” y “suben” gracias al artilugio de la luz que emula el movimiento y al sonido que lo refuerza y sugiere. ¿Se puede “ir” al futuro? En realidad cuando se “está” en el pasado, no deja de ser un presente…, ya que “estar” implica siempre presente. ¿Es una ilusión el tiempo? Somos materia en el espacio-tiempo, seremos escombros. Pero… ¿Qué futuro, si lo hay, nos depara nuestra presencia como especie? Estas y otras preguntas y asociaciones podría hacerse un espectador activo, que se tiente a sentarse y estar, suba y baje las escaleras de la Sala Vertical para ver qué hay más allá.
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